(CNN) — Una comunicación recién salida del horno: la baguette, el pan generoso y crujiente que es un delicioso tipo central de la vida francesa, ha recibido un status de protección particular, que la sitúa en el olimpo culinario pegado a otras delicias gastronómicas regionales de todo el mundo.
El “saber hacer artesanal y la cultura de la baguette” han sido reconocidos oficialmente en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, según anunció la ordenamiento este miércoles, inscribiendo la pericia del pan francés como parte esencial de la civilización humana.
La Unesco, el organismo cultural de las Naciones Unidas, define el Patrimonio Cultural Inmaterial como “tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes”.
La baguette se une a otros alimentos y culturas culinarias que figuran en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, como la elaboración de la pizza napolitana, el kimchi, la civilización cervecera belga, la dieta mediterránea y el café árabe.
Aunque la Unesco reconoce como Patrimonio de la Humanidad lugares de Estados Unidos como la Estatua de la Libertad, el Parque Nacional de Yellowstone y el Independence Hall de Filadelfia, actualmente no hay cero de este país en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la ordenamiento.
Tradición y producción artesanal
La directora militar de la Unesco, Audrey Azoulay, declaró a CNN que el status de protección de la baguette rinde homenaje a la “tradición”, la “producción artesanal” y garantiza que la “forma artesanal de hornear” se “transmita a la siguiente generación”.
“Es una especie de modo de vida”, dijo Azoulay. “Siempre hay una boulangerie cerca, puedes ir a comprar pan fresco y asequible y conoces a gente, te reúnes con los panaderos, es un elemento muy importante de cohesión social”.Azoulay dijo que Francia tardó seis abriles en reunir toda la documentación necesaria antiguamente de presentar su solicitud a la Unesco.
“Esto hará que la gente se dé cuenta de que esta baguette normal que conocen muy bien, es algo preciado”, dijo.
“Viene de la historia y tiene carácter, y es importante que el público sea consciente de ello, que esté orgulloso de ello”.
Aunque las boulangeries de Francia suelen traicionar numerosos tipos de baguette, las mejores se conocen como “baguettes de tradition” o simplemente traditions. Se elaboran exclusivamente con cuatro ingredientes: harina, agua, sal y catalizador o fermento y deben hornearse in situ.
Según el Observatoire du Pain, un género de investigación que hace un seguimiento de los hábitos y tendencias de consumo de pan en Francia, la tasa media de consumo diario de pan entre los adultos cayó de 143 g/día, en 2003, a 103 g/día, en 2016. El aumento de las cadenas de supermercados que venden pan se ha atribuido al vallado de cientos de panaderías familiares.