(CNN) – En la foto, cuatro jóvenes caminan tomadas del mecenas, sonrientes y risueñas, por un paseo náutico. Van vestidas con minifaldas y sandalias, y al fondo se ve lo que parece un Ford Corsair de los años sesenta. Se proxenetismo claramente de una foto de una época pasada, pero hay poco en ella, en las expresiones de las mujeres, en sus risas, que capta un sentimiento intemporal y universal de alegría, pubertad y aventura.
Para las cuatro mujeres de la foto, Marion Bamforth, Sue Morris, Carol Ansbro y Mary Helliwell, la imagen es una de sus favoritas. Tomada hace más de 50 años en unas vacaciones en categoría en la ciudad costera inglesa de Torquay, Devon, la foto se ha convertido desde entonces en un símbolo de su amistad de varias décadas. Cada vez que la ven, se transportan a la emoción de aquel primer alucinación juntas.
“Siempre ha sido nuestro recuerdo de Torquay”, explica Sue Morris a CNN Travel. “La fotografía icónica: por eso se me ocurrió la idea de intentar recrearla”.
Bamforth, Morris, Ansbro y Helliwell tenían 17 años cuando se tomó la foto, “por uno de esos fotógrafos ambulantes que solían rondar por el paseo marítimo y aprovecharse de turistas como nosotras”, según recuerda Morris.
Era el verano de 1972 y las cuatro compañeras de instituto, que crecieron en la ciudad de Halifax, en el meta de Inglaterra, se alojaban en una caravana alquilada en la costa de Devon, en el suroeste de Inglaterra. Fue una semana de risas, salir hasta tarde, coquetear con chicos en tiendas de comida, tomar el sol, cambiar ropa, compartir secretos y crear memorias adjunto al mar.
En 2024, Bamforth, Morris, Ansbro y Helliwell siguen siendo grandes amigas. Se han apoyado mutuamente a lo holgado de sus carreras, se han enamorado, han formado familias y han pasado por desamores y penas.
A lo holgado de los años, las cuatro amigas han vivido aventuras juntas en destinos como Mallorca y Portugal.
Y este año, para celebrar su 70 cumpleaños, decidieron retornar a Torquay, donde empezó todo.
“Siempre decíamos, cuando éramos más jóvenes, que algún día volveríamos a Torquay”, cuenta Ansbro a CNN Travel. “Y como estábamos llegando al gran 70, decidimos ir por fin. Entonces Susan decidió que le encantaría recrear la foto que nos habíamos tomado cuando teníamos 17 años. Pero al principio Mary, Marion y yo no estábamos muy de acuerdo…”.
Las dudas giraban sobre todo en torno a la idea de soportar ropa que al menos evocara, si no se pareciera directamente, a los conjuntos que habían llevado por última vez a principios de los años 70 (“Ahora no llevo faldas ni vestidos”, dice Bamforth, que recuerda que en la foto innovador, tres de las mujeres llevan faldas casi idénticas de la entonces firma de compras británica Tammy Girl).
La preocupación aumentaba por el hecho de que el alucinación estaba previsto para finales de otoño (“Iba a ser octubre y nos íbamos a congelar de frío con esas minifaldas…”, dice Ansbro).
Pero al final, a Morris no le costó mucho ganarse a sus amigas. Siempre ha sido la archivista del categoría, recopilando álbumes de fotos y álbumes de cortaduras de sus aventuras a lo holgado de los años (“Sue es muy buena haciendo cosas así”, dice Helliwell). Morris convenció a sus amigas de que la asueto sería una forma divertida de celebrar sus 70 cumpleaños y felicitar por sus décadas de amistad.
Así que, en los preparativos del alucinación a Torquay, las cuatro amigas pasaron horas recorriendo tiendas y ventas de segunda mano en Internet, buscando ropa que se pareciera a la que llevaban cuando eran adolescentes.
Y lo ulterior que supieron fue que el categoría estaba apretujado en un baño sabido de Torquay, despojándose de sus abrigos de invierno listos para octubre y cambiándose a sus vestidos de verano y blusas de colores brillantes propios de adolescentes (“No queríamos andar con esa ropa puesta todo el día”, dice Morris).
La experiencia de cambiarse en el baño sabido implicó poco de creatividad de última hora, como cuando Ansbro se dio cuenta de que su camisa no le quedaba proporcionadamente, así que “simplemente cortó la parte de abajo”. Hubo muchas risas mientras se ayudaban a cambiarse de ropa y arreglarse el pelo.
Luego, con la ayuda de un empleado del hotel, el categoría localizó el emplazamiento exacto donde tomaron la foto innovador. Un par de amigas, Jane Brook y Carole Connell, que además estaban en el alucinación, tomaron la foto recreada. Brook y Connell dirigieron a Bamforth, Morris, Ansbro y Helliwell, ayudándoles a entretener con precisión sus poses originales.
¿El resultado? Una asueto proporcionado perfecta: en la foto de 2024, Bamforth, Morris, Ansbro y Helliwell aparecen de nuevo caminando, con los brazos enlazados y una sonrisa en la cara.
Cuando las amigas vieron la foto recreada, y luego la compararon con la innovador, se les hizo un nudo en la gaznate.
“Fue emotivo y a la vez estábamos eufóricas”, dice Morris.
“Nos gustó mucho cómo quedó la última foto”, dice Bamforth, que añade que “está de acuerdo con Sue, fue muy emotivo”.Bamforth además se alegró de que “fuera una buena foto de todas nosotras”.
“Fue muy divertido y con la mejor compañía”, dice Helliwell.
“Fue una gran idea de Susan”, coincide Ansbro, que se encontró pensando en “todo lo que nos ha pasado entre foto y foto”.“Ese día que recreamos la foto también es un recuerdo entrañable, ahora”, añade.
Unas semanas luego de regresar de Torquay, el categoría decidió cursar las dos fotos, acompañadas de un artículo del marido de Ansbro, al Halifax Courier, su folleto específico de West Yorkshire, Inglaterra. El folleto publicó la historia, que luego fue recogida por otros periódicos regionales británicos.
Y de repente, la foto de los años 70 y la nuevo asueto empezaron a difundirse por las redes sociales.
“Cada día estaba en otro sitio”, dice Morris. “No nos lo podíamos creer. Todavía no nos lo podemos creer”.
“Y tantas chicas comentando debajo de los posts diciendo: ‘Hay que hacer eso, tendremos que hacer eso cuando nos jubilemos’”, dice Helliwell.
Las cuatro amigas se animan al pensar que pueden acaecer inspirado a otras a entretener una foto favorita con sus mejores amigas, o incluso simplemente animado a determinado a atraer a una vieja amiga.
Morris dice que mantenerse en contacto con las amigas a lo holgado de las décadas es cuestión de “sacar tiempo”.
Naturalmente, añade, si estás formando una grupo, gran parte de tu tiempo lo pasarás con tu núcleo franco, sobre todo cuando tus hijos son pequeños.
“Pero asegúrate de sacar tiempo para tus amistades”, dice Morris. “No tiene por qué ser mucho. Y luego, cuanto más tiempo tengas, más tiempo podrás dedicar a tus amistades. Pero nunca lo dejes, nunca lo dejes”.
Aunque Bamforth, Morris y Helliwell siguen viviendo muy cerca unos de otros, Ansbro pasa ahora la decano parte del tiempo en España. Sin requisa, el categoría se mantiene en contacto a través de la aplicación de correo WhatsApp: tienen un categoría de mensajes de texto grupal activo y disfrutan de videollamadas regulares. Para esta entrevista, CNN Travel accedió a una de las videollamadas con las cuatro y fue refrendador de una discordancia de risas, memorias, bromas, burlas cariñosas y planes a futuro.
Las cuatro amigas no pueden esperar a reunirse por Navidad internamente de un par de semanas, y además están ocupadas planeando su próximo alucinación a la ciudad costera de Blackpool, en el meta de Inglaterra, en enero, donde se encontrarán con otras dos buenas amigas.
“Hay algo en salir con tus amigas”, dice Morris. “El recuerdo de cuando todas teníamos 17 años, arreglándonos, maquillándonos, pintándonos los labios… eso también está ahí contigo”.
“A los 17 años, cuando nos preparábamos, estábamos muy nerviosas y emocionadas”, dice Ansbro. “Y seguimos emocionadas ahora que tenemos 70”.
“Cuando salimos juntas, esa sensación sigue ahí”, dice Morris.
La diferencia, sugiere el categoría, es que hoy no dan por sentada su amistad. Se han conocido atravesar momentos difíciles: divorcio, pérdida de la pareja, cuidado de padres ancianos y saben que mínimo está resguardado en la vida, y que disfrutar del momento con la familia que quieres es todo lo que puedes hacer.
“Saber que hay gente que se preocupa de verdad te hace sentir seguro”, dice Ansbro.
“Eso es lo bonito de esta amistad”, dice Bamforth. “Hemos pasado por muchos altibajos a lo largo de los años, pero siempre hemos estado ahí la una para la otra”.
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