(CNN) — Poco luego de graduarse de la secundaria en 2021, Adam Swanson, de Minnesota y quien entonces tenía 17 primaveras, emprendió un viaje de dos primaveras en bicicleta alrededor del mundo conexo a un amigo.
Pero a los pocos meses de abrir termino viajando solo.
Ahora, luego de “unos cuantos años de educación poco convencional”, recorriendo en bicicleta 20 países diferentes y cuatro continentes, Swanson está por fin de camino a casa, y empezará a estudiar en la Universidad de Minnesota en septiembre.
“La mayoría de mis amigos empiezan su segundo año de universidad el año que viene, cuando yo empezaré mi primer año”, explica a CNN Travel.
Swanson, que procede de una tribu de entusiastas del ciclismo, lleva haciendo viajes en bicicleta desde que tiene uso de razón.
Un sueño muy deseado
“Desde que estaba en el vientre de mi madre, en Europa del Este, hasta los 14 años, cuando cruzamos Estados Unidos en bicicleta, hemos hecho al menos una ruta ciclista de dos semanas casi todos los años”, explica.
Aunque Swanson había querido hacer un “gran viaje en bici” desde que tenía unos 10 u 11 primaveras, fue la perspectiva de estudiar la carrera universitaria a distancia, oportuno a la pandemia de covid-19, lo que le impulsó a abrir a poner las ruedas en movimiento.
“No quería empezar la universidad en línea”, cuenta a CNN Travel. “Así que pensé que ahora sería un buen momento para hacerlo”.
Para Swanson, la oportunidad de explorar el mundo y formarse sobre diferentes culturas era demasiado buena como para desaprovecharla y empezó a hacer planes para hacer un viaje en bicicleta de dos primaveras con su amigo Henry.
Dice que trabajó sin alivio para la empresa de pintura de su tribu y que incluso pasó unos meses trabajando para UPS con el fin de reunir el monises necesario para financiar sus viajes.
El 4 de agosto de 2021, Swanson y Henry volaron de Minneapolis a Países Bajos, donde comenzarían su viaje en bicicleta.
“No planifiqué mi ruta”, dice. “No me entrené. Simplemente compré el pasaje y empecé cuando aterricé en Países Bajos”.
Desde allí, los amigos pedalearon hasta Alemania, luego Bélgica, Francia e Italia, antiguamente de atravesar el ártico de Italia hasta Eslovenia y Croacia.
Sin secuestro, al punta de unos meses de pedalear por Europa, Henry decidió que ya había tenido suficiente.
“Se había quedado sin dinero y estaba listo para volver a casa”, explica Swanson. “Y yo no”.
Swanson tuvo entonces que tomar una gran intrepidez. ¿Debía regresar incluso a Estados Unidos o terminar el resto del viaje por su cuenta?
En solitario
“Cuando empecé el viaje, pensaba que si mi amigo se iba a casa, probablemente yo también”, admite.”Porque no estoy preparado para viajar solo. Pero entonces él se fue mucho antes de lo que yo pensaba. Así que decidí que tenía que obligarme a seguir adelante”.
Después de un par de semanas “duras” pedaleando por Croacia durante el invierno, con una cantidad limitada de luz diurna, Swanson decidió volatilizarse a Tailandia, donde podría “estar un poco más caliente y tener más horas en el día”.
“Una vez que fui a Tailandia, empecé a conocer a mucha más gente y a aprender a viajar en solitario”, dice. “Y desde entonces, no ha sido ningún problema. Ha sido realmente fácil”.
Swanson pasó unos tres meses viajando por Tailandia a la prórroga de que se abrieran las fronteras para poder explorar más del sudeste oriental.
Pero las restricciones siguieron vigentes en países cercanos como Camboya, Laos y Vietnam durante todo ese periodo, y finalmente desistió y voló a la India en marzo de 2022.
El padre de Swanson viajó para reunirse con él y los dos pasaron dos semanas recorriendo el país en bicicleta, antiguamente de que él continuara hasta Nepal en solitario.
Sin secuestro, pedalear por Nepal resultó ser especialmente abrumador, y Swanson recuerda tener empujado exhausto su bicicleta completamente cargada a través del Circuito de los Annapurnas, un trekking situado internamente de las cordilleras del centro de Nepal.
“Tardé 14 días en subir y recorrer ese camino”, dice, y explica que más tarde descubrió que la ruta estaba llena de casas de té diseñadas para que los excursionistas comieran y durmieran en ellas, por lo que no tenía condición de admitir tantas cosas.
“Y cuando estaba allí arriba, mi rueda explotó y tuve que arreglarla con pegamento y un envoltorio de galletas de Nepal”.
Una vez que cruzó sano y ileso el sendero de gran nivel, Swanson anduvo hasta la ciudad nepalí de Pokhara, y se dio un apropiado chapuzón en una de las rejuvenecedoras aguas termales naturales de la zona.
“Fue muy agradable”, recuerda. “Puede que sea el mejor momento de mi viaje”.
Educación poco convencional
Desde Nepal voló a Kazajstán, en Asia central, y cruzó en bicicleta hasta Kirguistán.
Aunque Swanson se enamoró del paisaje de Kirguistán, admite que recorrer algunas de las zonas más remotas del país le afectó emocionalmente.
“Ese país es como el paraíso de los turistas en bicicleta”, señala. “Es precioso. Pero en la parte central del país solo hay hierba, montañas y nómadas”.
“Así que estuve varios días pedaleando solo sin ver a nadie. Y por muy bonito que fuera, cabalgar con animales silvestres y estos paisajes salvajes (a mi alrededor), llegó un momento en que me sentí muy solo”.
Desde Kirguistán, Swanson siguió por Asia central hasta Uzbekistán, donde se reunió brevemente con Henry.
“Vino a visitarme”, explica. “Voló a Tashkent (Uzbekistán) y recorrimos juntos en bicicleta Pakistán, Georgia y media Turquía”.
Swanson subraya que “en realidad no le recrimina nada” a su amigo por lanzarse no continuar con el resto del viaje, y está ansioso por reencontrarse con él cuando vuelva a casa.
“Se necesita mucho para pasar dos años haciendo eso (viajar por distintos países)”, dice. “Quizá no estaba preparado para eso en ese momento”.
Desde Turquía, Swanson pedaleó hasta Grecia, y luego a Italia, Suiza y Alemania.
En este punto, volvió a Países Bajos, donde tomó un revoloteo a Sudamérica y pasó cuatro meses pedaleando entre Chile y Argentina, antiguamente de volatilizarse de reverso a Estados Unidos.
Llegó a Los Ángeles en marzo de 2023 y empezó a dirigirse a Minnesota.
Presupuesto concorde
Swanson ha conseguido sobrevivir con un presupuesto de alrededor de US$ 21 al día durante todo el viaje y dice que en efectividad ahorró congruo monises en efectivo durante su tiempo en Asia uruguayo oportuno a las opciones de alojamiento asequibles.
“Durante la mayor parte del tiempo que pasé allí, pude vivir con menos de US$ 10 o incluso menos de US$ 5 al día”, afirma Swanson, que suele acampar o alojarse en hostales.
“Ahora que estoy en Estados Unidos, es un poco más caro. Pero puedo compensarlo con lo que no gasté hace un año”.
Durante todo el viaje ha montado en la misma bicicleta Salsa Marrakesh que tiene desde los 14 primaveras, y insólito de “chocar” un par de veces mientras estaba en Tailandia, pudo regresar a Estados Unidos sin mayores incidentes.
Sin secuestro, hace unos meses se cayó de la bici mientras subía una colina en California y chocó contra unas algas.
“Casi hice todo el viaje sin ninguna caída”, dice. “La verdad es que no he tenido ninguna lesión grave en la bici en este viaje”.
Aunque los viajes en bicicleta que hacía con su tribu cuando era crío implicaban mucha planificación, Swanson ha intentado no planificar su ruta esta vez, y disfruta de la sencillez que esto le da.
“Rara vez sé adónde voy”, admite, y subraya que al menos ojea un planisferio antiguamente de salir para comprobar de que dispone de los fortuna necesarios para los distintos lugares por los que es probable que pase.
“Muy pronto me di cuenta de que es mejor planear sin planear”, dice. “Así que, simplemente, habla con los lugareños y con la gente que viaja por la zona y descubre los mejores lugares a los que ir en función de las oportunidades que se te presenten, en lugar de planearlo todo antes de llegar”.
Sus padres han seguido de cerca sus progresos y están “muy celosos”, según Swanson, que ha ido detallando sus aventuras en su blog, Two wheels one world.
“Quieren hacer un viaje así dentro de unos años”, dice. “Así que en cierto modo están viviendo a través de mí ahora mismo”.
El 16 de junio, casi dos primaveras luego de iniciar la aventura con la que llevaba primaveras soñando, Swanson, que ahora tiene 19 primaveras, llegó de nuevo a Minnesota, donde se reencontró con sus emocionados amigos y familiares.
Mientras se prepara para abrir la universidad en septiembre, Swanson admite que tiene sentimientos encontrados delante la perspectiva de tener que permanecer en un mismo área durante un periodo prolongado.
“Me entristece mucho renunciar a este estilo de vida”, afirma. “Me encanta explorar nuevos lugares, ver siempre gente nueva y vivir a la intemperie”.
“Definitivamente va a ser una transición para pasar a la vida de permanecer en un solo lugar, estudiar y permanecer con gente constantemente. Pero sobre todo estoy emocionado. No me emociona que termine (el viaje), sino lo que está por venir”.