(CNN) – La resurrección de Notre Dame —la preciada gema gótica en el corazón de París, afectada por un devastador incendio en 2019— ha sido un secreto muy admisiblemente guardado. Pocos habían gastado el meticuloso trabajo de arquitectos, artesanos y maestros artistas que lograron devolver la vida a la catedral. Hasta ahora.
Este viernes, el mundo tuvo los primeros atisbos del renovado sitio que es patrimonio de la humanidad de la UNESCO, mientras el presidente de Francia, Emmanuel Macron, realizaba su reconocimiento final al extensión antaño de su gran reapertura que será el próximo 7 y 8 de diciembre.
Muchos recordarán tener gastado con horror hace cinco años cómo las brillantes llamas naranjas consumían la catedral gótica de 860 años, cuya famosa manilla se desplomaba en presencia de el horizonte de París.
En ese momento, Macron prometió que el querido edificio sería restaurado y estableció un arribista plazo de cinco años. Exactamente 2.055 días después, se logró lo que parecía ficticio y la restauración de 700 millones de euros (US$ 737 millones) está completa.